domingo, 7 de noviembre de 2010

Acerca de la "INCLUSIÓN GENUINA" de nuevas tecnologías.



La Inclusión genuina 
de la tecnología de la que nos habla Mariana Maggio en su entrevista para “Diálogos en Educación” de EDUCARED es entendida como el aproximamiento en el uso de las herramientas  tecnológicas  para el desarrollo programático de cada una de las asignaturas, disciplinas y/o contenidos a desarrollar dentro de todo proceso educativo formal dentro del marco de la escuela.

Es evidente que el desafío en educación, en este sentido,  es la inclusión de estos recursos en la cotidianidad de nuestra práctica educativa. Esto demanda innumerables retos que “verá pasar muchas lunas” antes de consolidarse. Un acceso y cobertura adecuada a internet de todos y cada uno de los centros educativos, tanto urbanos como rurales, sin distinción de raza, credo, clase social, entre otros; la dotación de recursos tecnológicos a todos ellos; la formación de educadores cuya  preparación no está familiarizada con el uso de las TIC`s; la escasa I+D+I de  software didáctico libre, son razones muy válidas para  avalar semejante afirmación.

Sin todo esto, como prerrequisito sería imposible soñar una inclusión de las TIC´s en el quehacer educativo cotidiano, porque la educación aún tiene innumerables retos pendientes: La pobreza , el fracaso escolar, el analfabetismo real y funcional, la deserción escolar, el multilingüismo de la población indígena o con más de un idioma como lengua materna, especialmente en América Latina; la desigualdad de oportunidades, la desigualdad de género, la violencia, el trabajo infantil, la ausencia de políticas definidas en relación a la sostenibilidad medio ambiental... entre muchos otros.
Pero quizá este es el desafío, lograr una inclusión tecnológica genuina,  progresiva y simultánea con  el abordaje  de las muchas otras realidades a las que la educación debe hacerle frente.

El docente , como en todos los procesos educativos, tiene que estar convencido y comprometido con esta inclusión; solo así promoverá acciones dirigidas al acceso democrático de los recursos, la adquisición de herramientas para su uso y el uso efectivo y productivo del mismo.
El uso de tecnologías en educación puede permitir abrir espacios de participación, discusión y producción de conocimiento desde las bases, desde la comunidad, hasta ahora inexplorados.

Si echamos un vistazo  podemos concluir, sin demasiadas investigaciones, que salvo casos como el finlandés, que la educación como proceso de transmisión de la cultura y mecanismo de ascenso social ha fracasado. Si revisamos el modelo finlandés, encontramos que su éxito radica,  fundamentalmente,  en la dedicación y compromiso de sus docentes. Docentes que son sujetos de reconocimiento laboral y social, disfrutan de una calidad de vida, y de una remuneración idónea que les exige un permanente reciclaje e investigación. Esto no existe en, prácticamente, ninguna otra sociedad occidental ni oriental, en el norte y muchísimo menos en el sur; con lo cual, si es necesario plantear el papel protagónico del formador en estos procesos, pero también los estados deben trabajar en sus reivindicaciones
Como educadora, estoy convencida que, a través de la tecnología, tenemos la capacidad de incidir en problemáticas sociales que se manifiestan, cronifican, y  vivencian en las escuelas convirtiéndose en realidades dramáticas; solo por el hecho de estar hablando un idioma mucho más cercano nuestros muchachos de hoy.
Puede ser una utopía personal... quizá esté divagando..., pero pensar que puedo hacer una inclusión genuina de la tecnología mientras, simultáneamente, contribuyo a sacar a un niño de la calle, a empoderarlo sin  drogas y sin  armas, si quizá lograse que asistiese diariamente a mi clase y no solo cuando no tiene otra cosa que hacer; inclusive si aquel que está a punto de ser expulsado por el sistema, ya no fracasase tan habitualmente porque su motivación para aprender me muestra el camino a seguir para no girar mi cara ante su fracaso que es el mío también... si quizá la tecnología nos este brindando una mano abierta... un vehículo.... y nosotros no nos diésemos cuenta.... estaríamos, como formadores, como educadores, como ciudadanos, cerrándole las puertas a un mundo mejor, más justo y equitativo....

Quizá solo este soñando...quizá solo sea mi utopía...

Pero.. y si no?....

Habrá que seguir trabajando arduamente, cada uno desde su estamento, a incluir genuinamente la tecnología en su cotidianidad y apropiarse de ella, porque los resultados están aún por verse y estudiarse, aún, más profundamente.

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